Una pechuga de pollo fresca, envuelta por una cremosa bechamel y cubierta por una fina capa de empanado crujiente.

Potenciamos las tres texturas y los tres sabores del plato, con una crema de queso azul y le restamos densidad con la albahaca y los brotes.

Un sabor potente merece complementos también intensos, como la untuosidad salada del queso de cabra, la cremosidad dulce del membrillo y el punto amargo de la rúcula… Una mezcla espectacular en tu boca.