Pequeñas porciones de pechuga de pollo con queso roquefort, una explosión de sabor con un exterior crujiente…

Conjuntando el exterior con el interior, aportamos más matices con una bechamel cremosa a base de queso azul y el aroma inconfundible de la albahaca y la textura de los brotes tiernos.

Un sabor potente merece complementos también intensos, como la untuosidad salada del queso de cabra, la cremosidad dulce del membrillo y el punto amargo de la rúcula… Una mezcla espectacular en tu boca.